Fuente de la imagen: The Conversation US, Inc.

En lo trascurrido del año 2020 la crisis de salud pública generada por la Pandemia de la Covid-19 (Sars-CoV-2) ha centrado la atención mundial y países de todos los continentes han tenido que adoptar medidas urgentes y agresivas para mitigar los efectos negativos en sus naciones, especialmente después del discurso del Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Dr. Tedros Adhanom G., quien en rueda de prensa el día 11 de marzo declaró que tras la evaluación permanente del brote de la Covid-19, los altos niveles de propagación y la gravedad de la enfermedad podía ser considerada una Pandemia. El Dr. Tedros enfatizó la necesidad de que todos los países amplíen sus mecanismos de respuesta a emergencias.

Artículos publicados por los investigadores del Observatorio de Regionalismo (ODR) han centrado su atención en analizar las formas de actuación de diferentes bloques regionales, los Gobiernos nacionales y las diferentes instituciones del orden nacional, regional e internacional frente a la Pandemia y sus efectos. En la búsqueda de contribuir con estos análisis, este artículo aborda las acciones tomadas por el Gobierno del Reino Unido frente la Covid-19 y el estado de las negociaciones del Brexit.

El Gobierno del Reino Unido ha sido fuertemente criticado por sus tardías medidas de acción ante la propagación de la Covid-19 en el país, pese a que de acuerdo al Global Health Security Index publicado en octubre del 2019, el país británico se ubicó en la primera posición con respecto a la categoría de “Rapid response to and mitigation of the spread of an epidemic”.  En la actualidad, Reino Unido es el país de Europa con más muertes causadas por Covid-19, de acuerdo con la OMS hasta el 16 de agosto se habían registrado 318.488 casos de contagio confirmados y 41.366 muertes, seguido por Italia con 35.396 muertes, Francia con 30.278 muertes y España con 28.617 muertes . Europa fue declarada como el epicentro de la pandemia el 13 de marzo y estos cuatro países concentran el mayor número de muertes acumuladas de la región.

Los primeros dos casos de contagio en el país británico fueron confirmados el 31 de enero en la ciudad de York, día en el que se oficializó la salida del Reino Unido de la Unión Europea. En respuesta a las indicaciones de la OMS, el Servicio Nacional de Salud (NHS siglas en inglés) inició una campaña sobre las medidas de prevención para reducir el riesgo de propagación de la Covid-19 enfatizando la importancia del distanciamiento social. Pese a las medidas tomadas por el NHS el virus se propagó por los países que conforman el Reino Unido – Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte y Gales- superando a Italia como el país con mayor número de muertos por la Covid-19 el 5 de mayo. La nación italiana había sido hasta entonces la más afectada de Europa, el rápido aumento de números de casos de contagio y las escenas de hospitales sobrepasando su capacidad causaron impacto global.

Como mecanismo de atención a momentos de crisis generados por ataques o amenazas terroristas, desastres naturales y por posibles emergencias de salud pública en el Reino Unido se constituye un comité de emergencias conocido como COBRA – acrónimo de Cabinet Office Briefing Room A- con la finalidad de coordinar acciones oportunas con los distintos órganos del Gobierno nacional. Por el estado de emergencia generado por la Pandemia de la Covid-19, las reuniones de emergencia del comité COBRA fueron activadas en enero con la finalidad de preparar al NHS a la crisis que se podría generar en el país.

El primer ministro Boris Johnson fue criticado por no asistir a ninguna de las cinco reuniones COBRA realizadas entre el 24 de enero y el mes de febrero para tratar la crisis del coronavirus, quien en teoría debería convocar y presidir las reuniones del comité. El jefe de gabinete Michael Gove, en una entrevista con la BBC The Andrew Marr Show admitió la ausencia del Primer Ministro en las reuniones del comité, aclarando que los encuentros pueden ser precedidos por el ministro del área correspondiente, el cual reporta las decisiones al Primer ministro.

En la estrategia implementada por el Gobierno de Johnson desde la aparición de los primeros brotes en el país se pueden identificar dos fases iniciales: la primera fase centró la atención en los casos de contagio, con medidas de contención, aislamiento, búsqueda de los contactos para diagnóstico de posible contagio y cuarentena. La segunda fase, denominada de retardo, opuesta a las medidas recomendadas por la OMS consistió en proteger a los más vulnerables (ancianos y enfermos crónicos) pero dejar que el coronavirus se propague por el resto de la población para que un número suficiente de personas obtuviera inmunidad, a lo que se le denomina como la inmunidad de rebaño.

Con el aumento de casos de contagio y el número de muertes en el mes de marzo, el Gobierno Británico decidió finalmente cerrar los negocios del país y confinar a su población desde el 23 de marzo. El líder de la oposición Keir Starmer hizo un llamado para que el gobierno de Johnson reconociera sus fallas en el manejo de la pandemia y por la lenta respuesta para ordenar el confinamiento, ratificando las afirmaciones de la oposición en cuanto que los números muestran la falta de equipamientos de protección para el personal de salud y el bajo número de pruebas realizadas para la identificación de infectados, medidas esenciales para mitigar los efectos de la crisis.

El Primer Ministro fue confirmado como positivo para la Covid-19 el 27 de marzo y como primera medida le fue indicado el aislamiento preventivo, por complicaciones de su cuadro clínico tuvo que ser internado el 6 de abril en una Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital St Thomas, teniendo un alta hospitalaria el 12 de abril. Durante ese periodo, Dominic Raab, ministro de Relaciones Exteriores asumió de forma interina la jefatura del gobierno británico.

Hasta lo corrido del mes de agosto, los gobiernos europeos han levantado en diferentes fases las medidas de cuarentena impuestas y flexibilizado las medidas de distanciamiento social, lo que ha contribuido a un incremento en el número de infectados de coronavirus.

En la actualidad, la integración regional presenta diferentes realidades de perfeccionamiento, en el caso de la UE el Brexit ha centrado su atención en los últimos tres años de negociaciones con el Reino Unido (QUITAL; RIQUELME, 2019). A partir del 1 de febrero se inició un periodo de transición que durará hasta el 31 de diciembre del 2020, día en el que el Reino Unido abandonaría el período de transición, el mercado único y la unión aduanera. Con el periodo de transición se busca que los ciudadanos, empresas e instituciones puedan adaptarse a los cambios generados por el Brexit.

En el período de transición, conforme el Acuerdo de Retirada del Reino Unido, seguirá aplicándose al país británico la legislación de la UE como si fuera un Estado miembro, lo que incluye todas las normas de la UE sobre ayudas estatales. Por ese motivo al amparo del Marco Temporal se han aprobado ayudas estatales para asistir a la ciudadanía y a las empresas en vista del impacto económico generado por la Pandemia de la Covid-19.

El proceso de negociación de un acuerdo comercial post-Brexit centrado en definir los términos y condiciones de las dos partes se vio interrumpido por una pandemia global. La primera ronda de negociaciones se desarrolló el pasado 2 de marzo con Michel Barnier (encargado de las negociaciones representando a la UE) y David Frost (negociador jefe del Reino Unido para Europa). A mediados de marzo la crisis generada por la Covid-19 llevó a suspender la segunda ronda de negociaciones comerciales entre el bloque europeo y el Reino Unido. No obstante, los negociadores acordaron una serie de reuniones virtuales con el fin de avanzar e intensificar las conversaciones sobre la futura asociación.

De acuerdo a la Cronología de las Negociaciones entre la UE y el Reino Unido del Consejo Europeo, hasta el 23 de julio se desarrollaron cinco rondas de negociaciones sobre las relaciones futuras entre las dos partes. En un comunicado de prensa el 23 de julio, Michael Barnier declaró que “…over the past few weeks, the UK has not shown the same level of engagement and readiness to find solutions respecting the EU’s fundamental principles and interests.”. Barnier apuntó dos temas esenciales para la asociación económica:

En primer lugar, debe haber garantías sólidas de igualdad de condiciones, incluidas las ayudas estatales y las normas, para garantizar una competencia abierta y justa entre nuestras empresas, también a lo largo del tiempo. Este es un interés fundamental para los 27 Estados miembros y, en mi opinión, también para el Reino Unido. En segundo lugar, tenemos que acordar una solución equilibrada, sostenible y a largo plazo para la pesca, teniendo en cuenta los intereses de todos los Estados miembros interesados, y no menos importante para los muchos hombres y mujeres cuyo sustento depende de ella en ambas partes. (EUROPEAN COMMISSION, 2020, Traducción propia).

De acuerdo con Barnier fue el Reino Unido quien decidió abandonar el mercado único y la unión aduanera el 1 de enero de 2021, lo que traerá cambios inevitables para las dos partes, y aseguró que la UE pese a las dificultades seguirá comprometida, constructiva y respetuosa hasta el último día de las negociaciones (EUROPEAN COMMISSION, 2020). El negociador de Bruselas fijó el mes de octubre como fecha límite para finalizar un acuerdo comercial, ya que debería ser ratificado antes de finalizar el año.

Por su parte David Frost manifestó que se podría llegar a un acuerdo en septiembre y su delegación trabajará para lograrlo.

En caso de no deal antes de finalizar el año, la UE y el Reino Unido tendrían que negociar en términos de la OMC, lo que sería menos lucrativo para las dos partes. Con varios temas por definir a menos de cinco meses ambas partes quieren asegurar el mejor acuerdo para sus ciudadanos. Los puntos con mayor divergencia se siguen concentrando en evitar la competencia desleal, la cooperación judicial y la pesca.

El estado actual de las negociaciones apunta a un escenario de no deal en la medida que las partes deben llegar a un consenso en varias cuestiones, y la postura positivista del negociador britanico se contrapone a las del negociador de Bruselas, quien en sus declaraciones enfatiza la falta de compromiso y disposición del Reino Unido.

 

Referencias

EUROPEAN COMMISSION.  Press statement by Michel Barnier following Round 6 of the negotiations for a new partnership between the European Union and the United Kingdom. London, 23 july 2020. Disponible en: <https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/en/STATEMENT_20_1400>.

QUITRAL, M.; RIQUELME, J. Integración regional y seguridad global, una mirada a la experiencia europea. Trilogía. pag. 44-54 Santiago, 2019. Disponible en: < https://repositorio.utem.cl/bitstream/handle/30081993/1061/revista-trilogia-facultad-administracion-economia-vol31-n42-2019-Riquelme-Quitral.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Escrito por

Ana María Suárez Romero

Doutoranda pelo Programa de Pós-Graduação em Ciências Sociais (PPGCS/UNESP/Ar), na linha de pesquisa Estado, Sociedade e Políticas Públicas. Mestra pelo Programa de Pós-Graduação em Relações Internacionais San Tiago Dantas (UNESP/ UNICAMP/ PUC-SP), na área Instituições, processos e atores. Membro da Rede de Pesquisa em Política Externa e Regionalismo (REPRI) e do Observatório de Regionalismo (ODR). Foi Bolsista da Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (CAPES) entre os anos 2018 e 2020. Áreas de pesquisa e interesse: Teorias de Relações Internacionais, Teorias de Integração Regional, Integração Européia e na América Latina, atualmente investiga a Negociação da saída do Reino Unido da União Europeia (Brexit).