Fuente: https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/politica/3/ecuador-salida-alba

Los últimos artículos del Observatorio de Regionalismo han abordado el estado actual de la integración, especialmente en Latinoamérica. Y es que el impulso de los mecanismos multilaterales de cooperación de la pasada década, si bien no una problemática exclusiva de nuestro escenario regional, ha derivado en el agotamiento o crisis de los mismos en la presente etapa.

En tal sentido, la crisis política, económica y social de la República Bolivariana de Venezuela ha evidenciado las dificultades de los mecanismos regionales de lidiar con determinados aspectos de la política regional en el presente. Como apuntaron Julia Borba y Lucas Eduardo en “A resposta à Venezuela: uma rima, não uma solução” la exclusión del país de los mecanismos regionales se tornó una solución convergente que inició con la suspensión del Mercosur en 2016, en 2018 de la Unasur y el actual proceso para este fin en la Organización de Estados Americanos.

Sin embargo, el principal tropiezo ha provenido del interior de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América, conformada actualmente por Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Nicaragua, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Granada y Venezuela. El 23 de agosto el Ministro de Exteriores ecuatoriano José Valencia, durante conferencia de prensa en Quito anunció su salida del mecanismo regional fundado en 2004 por Hugo Chávez Frías (Venezuela) y Fidel Castro Ruz (Cuba). En este sentido, el gobierno ecuatoriano criticó la actual situación venezolana en la cuestión relativa al incremento del flujo migratorio hacia los países vecinos, denominada por el ministro como “la mayor emigración más grande en la historia de América Latina”.

Dentro del grupo la postura había sido el apoyo sistemático al gobierno de Nicolás Maduro. Presidido por este y realizados en territorio venezolano, los últimos encuentros del bloque –enero y marzo- constituyeron un esfuerzo del mandatario de excluir factores externos en la resolución de la situación doméstica, coordinar el voto conjunto en los restantes mecanismos regionales y la revitalización de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac).

La decisión del actual gobierno ecuatoriano puede entenderse en el marco del distanciamiento con las políticas domésticas de su predecesor Rafael Correa; así como del distanciamiento ideológico del bloque regional liderado por Venezuela.

En relación al primero, la creciente diatriba entre Lenin Moreno –actual mandatario- y su predecesor dividió las fuerzas de Alianza País (AP) entre el leninismo y el correísmo y consecuentemente derivó em el apoyo al proceso contra el vicepresidente Jorge Glas, la consulta popular que eliminó la posibilidad de reelección indefinida o la reciente polémica por la inclusión de Rafael Correa en el proceso judicial por el frustrado secuestro del opositor Fernando Alba em 2012.

Por otra parte, el necesario distanciamiento ideológico del bloque regional responde al acercamiento ecuatoriano a Estados Unidos –debe recordarse la visita del vicepresidente norteamericano Mike Pence- y a otros organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional. En tal sentido, Quito ha sido definido como la sede de una reunión regional en los días 17 y 18 de septiembre en virtud de una salida al problema migratorio de los venezolanos, y al que han sido convocados 13 países de Latinoamérica.

La Secretaría Ejecutiva del ALBA-TCP consideró la tomada de posición ecuatoriana como un ataque “a la integración latinoamericana y caribeña” y de sumarse a los esfuerzos por buscar la salida del presidente Nicolás Maduro, a pesar de expresar el respeto por la decisión soberana del gobierno centroamericano en el mismo comunicado.

Así, la salida del Ecuador del ALBA-TCP expone la profundización de la crisis al interior del bloque extendida a la capacidad de concertar posiciones políticas comunes entre sus miembros y resalta, a su vez, la necesidad de superación de las limitaciones tradicionales de la integración latinoamericana, especialmente las relativas a las cuestiones de profundización institucional frente a los ciclos políticos de la región.

Imagen: https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/politica/3/ecuador-salida-alba

Escrito por

Milagro Mengana

Doutoranda em Relações Internacionais pelo Programa de Pós-Graduação San Tiago Dantas. Mestre em Relações Internacionais pelo ISRI (Cuba) e Mestre em Direito Penal pela UO (Cuba). Atuou por sete anos como professora, coordenadora e pesquisadora no curso de Licenciatura em Direito da ULT, Cuba. Atua e tem interesse nas seguintes áreas: Integração Regional e relações bilaterais de Cuba com os países latino-americanos.