Após a série de Paineis do Webinar: Multilateralism and Regionalism in Challenging Times: Relations between Europe and Latin America and the Caribbean, co-organizado pelo Observatório de Regionalismo (ODR), Universidade Estadual Paulista (UNESP), Centro de Estudos de Governança Global de Leuven,  Universidade de Coimbra, e Fundação EU-LAC, o ODR traz essa semana uma entrevista exclusiva com a Chefe da Divisão das Américas do Serviço Europeu de Ação Externa (EEAS), Claudia Gintersdorfer, sobre a democracia, a proteção e promoção dos direitos humanos pela União Europeia, e as potencialidades e importância de uma maior aproximação entre EU-América Latina, sendo a América Latina identificada como uma região geoestratégica.

Claudia Gintersdorfer é Chefe de Divisão Regional das Américas do European External Action Service (EEAS). (Twitter / EEAS).

As perguntas desta entrevista foram elaboradas por Vitória Totti Salgado, Davi Antonino Guimarães e Maria Martins, Membros do Observatório de Regionalismo, e respondidas por escrito diretamente pela entrevistada Claudia Gintersdorfer.

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1. En su opinión, ¿cómo la política exterior de la Unión Europea (UE), en general, podría contribuir al fortalecimiento y mantenimiento de la democracia en los países latinoamericanos?

La democracia y la protección y promoción de los derechos humanos constituyen un pilar fundamental de la asociación entre la Union Europea y America Latina y Caribe. Aplicamos el mismo marco internacional de derechos humanos dentro de la UE como en nuestras relaciones con paises terceros. El Plan de Accion de la UE sobre Democracia y Derechos Humanos 2020-24 define las prioridades de las instituciones europeas y los Estados miembros en esta materia, que deben actuar de manera coordinada para implementar sus objetivos. Tambien menciona los diferentes instrumentos de la UE para promover la democracia y los derechos humanos en el mundo. Algunos de estos se mencionan a continuacion:
Los dialogos anuales sobre los derechos humanos que mantenemos con 8 paises en la región representan un instrumento importante de dialogo y cooperación sobre estos temas. La UE tambien despliega misiones de observación electoral que proporcionan una evaluación exhaustiva, independiente e imparcial de todos los aspectos del proceso electoral. Desde 2016, la UE ha enviado más de 20 misiones de observación electoral, misiones de expertos electorales y misiones de seguimiento electoral a América Latina y el Caribe.
Tambien ofrecemos apoyo a nuestros socios a traves de varios programas de cooperación, como, por ejemplo, los programas europeos para la democracia y los derechos humanos y para el apoyo a los actores de la sociedad civil. Para el periodo 2021-2024 hemos previsto unos 205 millones de euros en el marco de estos dos programas para America Latina y el Caribe. Además, otros programas también pueden financiar acciones ligadas a la democracia y los derechos humanos, como, por ejemplo, el apoyo al proceso de reforma constitucional en Chile a través de nuestro programa EurosociAL+.

2. En el caso concreto del Acuerdo de Asociación Mercosur-UE, ¿cómo podría contribuir la cláusula de democracia a este fin, y cómo sería posible proyectar algún tipo de garantía en la salvaguardia de los principios democráticos en las relaciones bi-regionales?

El respeto a la democracia y los derechos humanos son valores compartidos entre el Mercosur y la Unión Europea y representan la base sobre la cual se construyó el acuerdo. Estos forman parte de una clausula ‘esencial’ del acuerdo: esto quiere decir que, en el caso de violaciones serias de la cláusula, el acuerdo podría ser temporáneamente suspendido. El instrumento principal que nos permitirá seguir los compromisos mutuos en este ámbito es el diálogo político . El acuerdo establecerá mecanismos de diálogo a diferentes niveles, incluyendo entre autoridades, organizaciones de sociedad civil y parlamentos, con el objetivo de fortalecer el marco de políticas en ambos lados, promover mayor acercamiento y acordar iniciativas concretas de cooperación.

3. ¿En qué medida la inestabilidad democrática y las mutaciones políticas contemporáneas pueden afectar el desempeño de las organizaciones regionales y la asociación bi-regional? Y, en su opinión, ¿se ha explorado plenamente el potencial de esta asociación? ¿O todavía está inexplorado y olvidado en la UE?

La alianza estratégica entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea tiene una  larga historia y remonta a la primera Cumbre ALC-UE, realizada en Río de Janeiro en  1999. Desde su creación en 2010, la CELAC se convirtió en el interlocutor institucional  de la UE para la asociación bi-regional. La UE también apoyó la integración en ALC  a nivel sub-regional, por ejemplo al Mercosur, SICA y más recientemente, firmó una  Declaración Conjunta con la Alianza del Pacifico. Es cierto, sin embargo, que la  integración regional en América Latina ha pasado por un momento difícil. No cuenta con instituciones permanentes a nivel supranacional como la UE y, por lo tanto,  depende del impulso del país que ostenta la Presidencia pro-tempore de turno y de la  sintonía política de sus miembros. La crisis venezolana dividió al continente y paralizo  la integración regional. Esto se ha vuelto un problema también para la relación bi regional y no ha habido Cumbre UE-CELAC desde 2015. Para salir de este impasse,  la Unión Europea decidió adoptar una estrategia más pragmática y flexible hacia la  región, plasmada en la Comunicación Conjunta de abril 2019 La Unión Europea, América Latina y el Caribe: aunar fuerzas para un futuro común. Al mismo tiempo  que la UE sigue apoyando la integración regional y “se mantienen los actuales niveles  de compromiso — multilateral, birregional, subregional y bilateral —, la UE debería  intentar profundizar la asociación con los grupos regionales interesados y los países  que deseen y puedan intensificar su compromiso con los objetivos compartidos”.  

El actual AR/VP Josep Borrell ha resaltado la importancia estratégica de las relaciones entre la UE y ALC y, desde que comenzó su mandato en noviembre del 2019, las relaciones con ALC han estado en la agenda del Consejo de los Ministros de Exteriores de la  UE (GAC) varias veces. En diciembre 2020, se realizó una exitosa Reunión informal  de Ministros de Exteriores UE27-América Latina y el Caribe que contó con la  participación de 49 Ministros. Los Ministros acordaron trabajar en pro de una cumbre birregional, afirmaron su voluntad de cooperar para hacer frente a la pandemia del  COVID-19 y trazaron una amplia agenda bi-regional para lograr una recuperación  sostenible. Para marcar el relanzamiento de las relaciones de alto nivel, el Presidente del Consejo de la Unión Europea, Charles Michel, viajo a  Mexico en septiembre 2021 para asistir a la Cumbre de la CELAC, el único socio extra-regional que estuvo presente en persona (Michel speech at CELAC Summit).  También se vislumbra una reunión de Líderes ALC-UE en diciembre del año en curso, que reuniría a los Presidentes del Consejo  UE y de la Comisión Europea, con los líderes de los países que ostentan la  presidencia rotatoria de los principales organismos de integración regional de ALC en  2021. Esta reunión podría abrir la puerta para una retomada de Cumbres bi-regionales  regulares. A nivel de cooperación, la UE está concluyendo su programación para el  periodo 2021-27, que prevé varias iniciativas importantes a nivel bi-regional,  incluyendo una Alianza Digital, cooperación en materia de seguridad y justicia,  cohesión social así como la transición verde. Y por supuesto, la UE y ALC cuentan  con una vasta red de acuerdos de asociación y de comercio, con la conclusión de la  modernización de los acuerdos bilaterales con Chile y con Mexico, así como del Acuerdo UE-Mercosur, aún pendientes. En conclusión, la asociación bi-regional tiene  un vasto potencial y esperamos que en los próximos anos podamos relanzar esta  relación tan estratégica para ambos lados.

4. Debido a las dificultades que se presentan hoy para la aprobación del acuerdo Mercosur-UE, ¿se podría considerar la posibilidad de se crear un instrumento, junto al acuerdo, que abordaría las preocupaciones europeas por el cumplimiento de las cláusulas de respeto a los derechos humanos y al medio ambiente por parte de los países del Mercosur? ¿Cómo se llevaría a cabo este posible instrumento conjunto?  

Durante la cumbre Ministerial en Berlín en diciembre 2020, los Ministros de los 4 países del Mercosur, el Comisario para Comercio Dombrovskis y el Alto Representante Borrell reiteraron su compromiso con el acuerdo en todas sus dimensiones, incluyendo los aspectos comerciales, sociales y medioambientales del acuerdo. Actualmente, la UE está evaluando de qué manera se puede reforzar los aspectos medioambientales y de derechos humanos del acuerdo, en respuesta a las observaciones que se han suscitado en el Parlamento Europeo, de parte de algunos Estados Miembros y por organizaciones de la sociedad civil. Igualmente, será importante que ambas regiones demuestren resultados concretos en el terreno y nuestra ambición para reducir las emisiones de carbono, combatir la deforestación y proteger la biodiversidad. Las reuniones COP 26 y COP 15 sobre el clima y la biodiversidad serán momentos importantes para clarificar estos compromisos.
Creo que el conjunto de estos elementos nos ayudará a consolidar la base para presentar el acuerdo para ratificación.

5. En un escenario de crisis pandémica del covid-19, se percibe una hinchazón del poder Ejecutivo, un ‘hiperpresidencialismo’, tanto en América Latina como en Europa, con el pretexto de combatir la pandemia. En este contexto, ¿cómo podrían las organizaciones regionales actuar, de manera conjunta, ante la falta de cohesión entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, para el mantenimiento de la democracia?

En primer lugar, permítame que me refiera a la fuerte impronta presidencialista en la región de América Latina y el Caribe, derivada fundamentalmente de cuestiones históricas. Tanto en Europa como en América Latina y el Caribe, al igual que en otras regiones, la situación de emergencia sanitaria llevó a los gobiernos a adoptar medidas extraordinarias ante la extraordinaria situación. Es innegable que algunas de dichas medidas, que en muchos casos supusieron un reforzamiento del poder Ejecutivo y una limitación del control al mismo, tuvieron un impacto en los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos. Así, la pandemia conllevó la declaración de estados de emergencia, que por su propia naturaleza aumentan las competencias de los ejecutivos y al mismo tiempo disminuyen los controles ordinarios, incluida la fiscalización parlamentaria. La concentración de la toma de decisiones en el ejecutivo también se ha producido en el manejo de los fondos públicos durante la pandemia. Mientras en algunos países los parlamentos han estado involucrados en las decisiones presupuestarias durante la pandemia, en otros el ejecutivo ha estado tomando esas decisiones por decreto presidencial sin control parlamentario. En esta línea, varios académicos constitucionales y organizaciones como Chatham House han expresado su preocupación y han denunciado el excesivo poder presupuestario del ejecutivo.
Dicho todo esto, habría que valorar en su justa medida si era posible, en un primer momento, hacer las cosas de manera diferente. No obstante, lo que es evidente es que una vez pasado el momento de emergencia inicial y dado que la situación también ha cambiado, es el momento de ir recuperando la “normalidad”, y ello también en lo que se refiere a la división de poderes y a las garantías democráticas de la labor del Ejecutivo. En dicho contexto, las organizaciones regionales pueden y deben ofrecer mecanismos y promover una conciencia y una acción en dicha línea. La sociedad civil también tiene un papel relevante en ese sentido. Las organizaciones regionales tienen que seguir promoviendo instituciones participativas, responsables y democráticas; apoyar procesos electorales transparentes y creíbles; fomentar el estado de derecho y empoderar a la sociedad civil, apoyar a los parlamentos y partidos políticos (de manera no partidista), proteger los medios de comunicación y abordar los desafíos de las tecnologías digitales. Se tiene además que prestar una atención especial a las mujeres y a los jóvenes.

6.  En el debate académico se ha criticado que la asociación UE-ALC no es completamente explorada, en parte debido a los diferentes antecedentes discursivos (la colisión en la alineación de estrategias y perspectivas sobre lo que debería ser esta asociación). ¿Cuáles son las principales barreras actuales y cómo pensar una mayor convergencia entre las regiones, a partir de una perspectiva europea?

Hemos logrado mucho, ya que tenemos lazos muy estrechos y una cooperación intensa en varios niveles y sobre muchos temas, pero es verdad que en los últimos anos el dialogo político de alto nivel y las visitas han sido escasas. Muchas veces, la UE ha dado prioridad a su vecindad y a África, debido a las múltiples crisis que amenazan directamente a la seguridad y prosperidad del continente europeo. La arquitectura de nuestra relación bi-regional, articulada en torno a Cumbres UE-CELAC, se ralentizó debido a divisiones regionales sobre el tema de Venezuela. Y la conclusión del Acuerdo UE-Mercosur, que sería un game changer en la relación entre la UE y América Latina aún no se ha concretizado.
Sin embargo, y como mencionado arriba, ALC es una región de gran importancia geoestratégica, aunque no sea tan visible en la prensa de Europa. La UE y América Latina y el Caribe, representamos un tercio de la Asamblea General de Naciones Unidas. En tema de inversiones extranjeras directas, las de origen europea son mayoritarias en LAC con un total cumulado de 794 mil millones de Euros, y del punto de vista europeo son más que las que van a Rusia, India, Japón y China reunidas. Tenemos la oportunidad y la responsabilidad compartida de modelar el orden internacional que sube de la crisis pandémica. Esto significa buscar cooperación en muchos ámbitos para hacer ganar nuestros valores comunes de derechos humanos y solidaridad: para una recuperación socioeconómica de la pandemia que sea verde, sustentable, inclusiva, innovadora. Para una revolución digital que sea centrada en el ser humano y para una mejor preparación de todo el mundo en asuntos de sanidad, para un comercio abierto y equitativo. Y, en el ámbito de la biodiversidad y el cambio climático Latinoamérica y el Caribe es uno de nuestros socios más importantes. ALC es una superpotencia en materia ecológica, alberga más del 50% de la biodiversidad mundial y posee vastos recursos en materia de energías renovables.
Es por todas estas razones, que la UE busca dar un nuevo impulso a esta región bi regional , como descrito más arriba, tanto a nivel del dialogo político de alto nivel como a través de los nuevos programas de cooperación NDICI Global Europe para el periodo 2021-27.

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O Observatório de Regionalismo reitera os agradecimentos à diretora Claudia Gintersdorfer pelo seu tempo e contribuição nesta entrevista!

Entrevistadores:

Vitória Totti Salgado (Observatório de Regionalismo)

Davi Antonino Guimarães (Observatório de Regionalismo)

Maria Carvalho Cavalcanti Martins (Licenciada em Estudos Europeus pela Faculdade de Letras da Universidade de Coimbra e atualmente mestranda pela KU Leuven em European Studies: Transnational and Global Perspectives).

 

 

 

Escrito por

Observatório de Regionalismo

O ODR (Observatório de Regionalismo) realiza entrevistas com autoridades em suas áreas de conhecimento e/ou atuação, lançando mão de diversas mídias à divulgação do material elaborado.