En una carta conjunta a la Presidencia Pro Témpore de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), asumida por Bolivia desde el 17 de abril del presente año, los cancilleres de Paraguay, Argentina, Brasil, Colombia, Chile y Perú manifestaron “la extrema disconformidad con la situación por la que atraviesa la Unión”, por lo cual “dadas las circunstancias actuales, los países firmantes hemos decidido no participar en las distintas instancias de Unasur a partir de la fecha hasta tanto no contemos, en el curso de las próximas semanas, con resultados concretos que garanticen el funcionamiento adecuado de la organización, al tiempo que analizaremos en detalle posibles cursos de acción” (PARAGUAY, 2018).

La suspensión temporal de la participación de los seis países en la organización inicio el pasado 20 de abril y habría sido acordada días atrás durante la Cumbre de las Américas. De acuerdo con Sanahuja y Comini (2018) el documento de suspensión por tiempo indefinido no supone ni la denuncia del tratado constitutivo de Unasur ni su abandono definitivo, para estos autores más que un Sudamexit o retiro, parece una táctica para ejercer presión, como en el caso de Francia que dejo la silla vacía al suspender su participación por tiempo indefinido en la entonces Comunidad Económica Europea, con el fin de recuperar el derecho de veto en las decisiones que afectaban su interés nacional.

La primera cumbre de presidentes suramericanos en Brasilia fue el punto de partida en la construcción de Sur América como una región de autonomía internacional dando origen a la creación de la Comunidad de Naciones Suramericanas en 2004 y posteriormente a la creación de Unasur en 2008, respondiendo inicialmente a la motivación de la Política Externa brasilera por una aproximación estratégica con la región (DE SOUZA, 2018). 

Unasur fue el resultado y el denominador común de diferentes proyectos regionales, liderados por Brasil y Venezuela, y en el que otros países de la región se vincularon con intereses y salvedades divergentes, como en el caso de Colombia que buscaba evitar el aislamiento regional y minimizar el impacto negativo en sus relaciones con Ecuador generado por la operación Fénix y en la región, especialmente con Brasil, por el proyecto de acuerdo de las bases militares norteamericanas.

La suspensión temporal se toma como un acontecimiento esperable al considerarse la parálisis institucional que presenta el organismo desde hace unos años, para Nolte y Mijares (2018) Unasur ha padecido una “paradoja de la autonomía” en la medida que las condiciones que favorecieron su surgimiento como proyecto colectivo de autonomía suramericana, también beneficiaron proyectos nacionales de autonomía internacional, originando un frágil diseño institucional sin compensación política y una tendencia a la dispersión. El modelo intergubernamental e interpresidencialista del bloque regional contribuyo al avance del proyecto de integración en sus orígenes con una mayor sintonía ideológica entre gobiernos, en la época mayoritariamente progresistas, representando la expresión de políticas exteriores ideologizadas y bolivarianas, pero que con el paso del tiempo ha sido marcada con una fuerte polarización ideológica y política en la que sus ideales fundacionales no responden a las políticas exteriores de sus miembros, especialmente de los nuevos gobiernos liberales y de derecha para los que la Alianza del Pacífico se convierte en una opción más pragmática y eficaz (SANAHUJA; COMINI. 2018).

En el análisis de la crisis actual de Unasur la falta de una institucionalidad supranacional es un factor determinante, en la medida que para el regionalismo la existencia de una burocracia supranacional puede dar continuidad y sustentabilidad al proyecto cuando no hay consenso (NOLTE; MIJARES, 2018). La falta de una institucionalidad supranacional limita las capacidades de gestión de crisis, en el caso del bloque suramericano pese a que su acta de fundación establece en el artículo 6, que “las reuniones ordinarias del Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno tendrán una periodicidad anual”, la última vez que los mandatarios de los países miembros participaron de una cumbre fue en diciembre de 2014. Adicionalmente y en relación con lo que reclaman los seis países, la Secretaría General del organismo no cuenta con nadie en el cargo desde el 31 de enero de 2017, período en que su cuarto Secretario General Ernesto Samper, ex-presidente de Colombia, dejó el puesto.

Para asumir el cargo de Secretario General se presentó como único candidato a José Octavio Bordón por parte de Argentina, pero Ecuador, Venezuela, Surinam y Bolivia vetaron su nombre con la justificativa que para ejercer el cargo en Unasur se debe tratar de una persona con interlocución de nivel presidencial, como un ex-presidente o un ex-ministro, el candidato Bordón es un ex-embajador por lo que no cumple las exigencias del cargo, y las negociaciones para la elección nunca avanzaron.

Argentina asumió la presidencia Pro Témpore en 2017 y no soluciono el impase para la designación del Secretario General, para finales de año el gobierno argentino planteaba la alternativa de retirarse del bloque suramericano motivado por varias razones, entre las dos principales manifestadas por el gobierno Macri se encuentran las diferencias internas del organismo y la oposición al plan de acción argentino con proyectos de infraestructura, interconectividad, acuerdos comerciales, entre otros, intensificada después de que el país asumiera la presidencia pro témpore (DE SOUZA, 2018).

El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Roberto Ampuero Espinoza, quien asumió el cargo hace aproximadamente dos meses, señala que Unasur tiene un costo de $478 millones anuales para Chile (ESPINOZA, 2018) y con la paralización del bloque regional hace más de un año y medio indica que en sintonía con la responsabilidad con los recursos públicos “no podemos estar lanzando ese dinero a una institución que no funciona” De acuerdo con Ampuero, el conjunto de los seis países financian el 80% del presupuesto del bloque regional.

Hasta el momento de escribir este artículo en las páginas oficiales de los ministerios de Relaciones Exteriores de Argentina, Brasil, Perú y Colombia no se encontraba algún tipo de comunicado en relación a la suspensión de su participación en Unasur.

Para Nolte y Mijares (2018) la crisis de Unasur evidencia la deconstrucción de Suramérica, y apuntan que los procesos de mayor o menos cohesión de la región han tenido que ver macro-tendencias geopolíticas reactivas a partir de los cambios gubernamentales especialmente en el último año.

Unasur ha tenido un papel importante para resolver crisis significativas en la región, la parálisis señalada desde hace año y medio no puede ser leída como el principio del fin del proceso regional, y se espera que la decisión de los seis países sea el llamado de atención para el reajuste estructural y normativo del mayor bloque regional.

El canciller de Bolivia, Fernando Huanacuni ha convocado a una reunión Extraordinaria de Cancilleres de Unasur para el mes de mayo buscando que se designe el nuevo Secretario General y se encuentran las soluciones a los temas pendientes del organismo.

Referencias

Foto

DE SOUZA, L. E. S.. “A retirada da Argentina da UNASUL: regionalismo em crise?”. Observatório de Regionalismo. São Paulo, 05/02/2018. Disponible en: https://observatorio.repri.org/artigos/a-retirada-da-argentina-da-unasul-regionalismo-em-crise/. Acceso en: 02/05/2018.

ESPINOZA, Roberto Ampuero. Política Exterior: Redefiniendo coordenadas. El Mercurio. Santiago de Chile, 06 may. 2018. Disponible en: <http://impresa.elmercurio.com/Pages/NewsDetail.aspx?dt=2018-05-06&dtB=06-05-2018%200:00:00&PaginaId=2&bodyid=1>. Acceso en: 06 may. 2018.

NOLTE, Detlef. MIJARES, Víctor. Lacrisis de Unasur y la desconstrucción de Sudamérica. El Espectador. Bogotá, 23 abr. 2018. Disponible en :< https://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/la-crisis-de-unasur-y-la-deconstruccion-de-sudamerica-articulo-751730>. Acceso en: 05 may. 2018.

PARAGUAY. Ministerio de Relaciones Exteriores. Paraguay y cinco países de la región anuncian el retiro temporal de la Unasur. Comunicado de Prensa. Asunción. 20 de abril de 2018. Disponible en: <http://www2.mre.gov.py/index.php/noticias/paraguay-y-cinco-paises-de-la-region-anuncian-el-retiro-temporal-de-la-unasur>. Acceso en: 05 may. 2018.

SANAHUJA, José Antonio, COMINI, Nicolás. Unasur: ¿‘Sudamexit’ o la estrategia de la silla vacía?. Esglobal, Madrid, 04 may. 2018. Disponible en: < https://www.esglobal.org/unasur-sudamexit-o-la-estrategia-de-la-silla-vacia/>. Acceso en: 05. May. 2018.

UNASUR. Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas. Quito, 11 mar. 2011. Disponible en:< https://www.unasursg.org/images/descargas/DOCUMENTOS%20CONSTITUTIVOS%20DE%20UNASUR/Tratado-UNASUR-solo.pdf>. Acceso en: 04 may. 2018.

Escrito por

Ana María Suárez Romero

Doutoranda pelo Programa de Pós-Graduação em Ciências Sociais (PPGCS/UNESP/Ar), na linha de pesquisa Estado, Sociedade e Políticas Públicas. Mestra pelo Programa de Pós-Graduação em Relações Internacionais San Tiago Dantas (UNESP/ UNICAMP/ PUC-SP), na área Instituições, processos e atores. Membro da Rede de Pesquisa em Política Externa e Regionalismo (REPRI) e do Observatório de Regionalismo (ODR). Foi Bolsista da Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (CAPES) entre os anos 2018 e 2020. Áreas de pesquisa e interesse: Teorias de Relações Internacionais, Teorias de Integração Regional, Integração Européia e na América Latina, atualmente investiga a Negociação da saída do Reino Unido da União Europeia (Brexit).