Nesta semana, o Observatório de Regionalismo apresenta a interessantíssima entrevista realizada com o prof. Dr. Detlef Nolte, pesquisador do German Institute of Global and Area Studies – GIGA. Na oportunidade, o professor comentou o regionalismo latinoamericano, a questão da sobreposição dos processos regionais, crise e governança. O conteúdo está imperdível!

Entrevista realizada por Bárbara Neves durante as “IX Jornadas Européias”.

Entrevistadora – Bárbara Carvalho Neves (E)

Entrevistado – Professor Detlef Nolte (D. N.)


E: El Observatorio de Regionalismo agradece muchísimo la entrevista de Profesor Nolte. Usted viene investigando el proceso conocido por Overlapping Regionalism, o sea, la superposición de instituciones, principalmente en el caso sudamericano. Considerando ese fenómeno, usted cree que en el contexto actual en Latino América los organismos regionales puedan interactuar de una manera positiva ?

D.N.: Creo que si, pero, por un lado actualmente hay solamente algunas áreas especificas donde hay un overlapping, por ejemplo las tareas, o los objetivos de Unasur, los objetivos de Mercosur y también de la Alianza del pacífico, entonces hay que ver en que áreas hay un overlapping. Lo que actualmente me parece interesante es que existe una cierta interacción en el área económico entre el Mercosur y La Alianza del pacífico, donde hay negociaciones para llegar a algún tipo de acuerdo. En eso veo también a la gran ventaja de ese gran número de organizaciones regionales que existen, pues, cuando en alguna organización existe algún bloqueo político por razones de cambio de gobierno, o por acciones de conflicto de interés, tal vez en las otras organizaciones se pueda todavía avanzar e conversar. Yo pienso actualmente que la Alianza del Pacífico tiene un cierto efecto positivo en la relación del Mercosur, pues el mecanismo tiene reaccionado de alguna manera, y tal vez sin esa posición el Mercosur estaría aún más bloqueado. En otras áreas es más complicado, si vamos al tema de la protección de la democracia, no veo una interacción entre Mercosur y Unasur, tal vez entre Unasur y la OEA por acciones del bloqueo político, por razones de las posiciones de los diferentes gobiernos, donde se explica porque el Mercosur ha tomado una posición más dura en respeto a Venezuela. […]

E: En el contexto de crisis usted cree que los actores externos tengan importancia para la continuidad de los procesos regionales en América Latina?

D.N.: No creo, finalmente, la continuación de los procesos regionales dependen de los gobiernos latino-americanos. No veo actualmente una gran influencia, tal vez se puede ver una influencia indirecta por el cambio de gobierno en Estados Unidos, la “amenaza del gobierno Trump” hacia algunos países latino americanos en el tema del comercio. Eso tal vez puede ayudar a crear un cierto dinamismo en las organizaciones para juntarse, para tomar una posición común. Hay algunos indicios en esa dirección, pero no muy bien desarrollados, y por otro lado también hay la Unión Europea ahora en las negociaciones con Mercosur, a final se llegará a un acuerdo que puede ser un incentivo muy positivo para el Mercosur. En ese sentido, sí existe la posibilidad que impulsos desde afuera tengan un impacto en la dinámica interna, pero, finalmente, son dos gobiernos latino-americanos que deben que tomar decisiones, decidir, y ver si hay posiciones comunes.

E: En la experiencia suramericana, como puede ser comprendida la visión de las diferentes formas de la gobernanza regional para la cooperación (“different cooperative  regional governance”)?

D.N..: Como usted sabe, yo pasé un tiempo desarrollando ese sistema de diferencia entre una gobernanza, o un sistema, régimen de gobernanza regional, más competitiva, más cooperativa, o más sinérgico, y yo creo que hasta ahora ha dominado un sistema de gobernanza cooperativa. Sin embargo, como la hemos visto en los últimos años, especialmente en base del conflicto y de la crisis en Venezuela, podemos ver un poco de desarrollo en la dirección de una gobernanza regional más competitiva, con organizaciones regionales tomando diferentes posiciones en ciertos tópicos. También en el área económico podemos ver cierta competencia entre la Alianza del Pacífico, que tiene un cierto atractivo, tenemos también ahora países miembros del Mercosur como miembros asociados de la Alianza del Pacífico, como en el caso de Argentina que fue muy importante el año pasado, tomando su “status” de país observador. Entonces, yo diría que todavía es un sistema de gobernanza regional cooperativa, pero con cierta tendencia hacia la competitividad. Tal vez con nuevas elecciones, cambios de gobierno, solución de algunos problemas regionales, se pueda volver de nuevo a una dirección de un regionalismo más cooperativo.

Escrito por

Bárbara Carvalho Neves

Doutora e Mestre pelo Programa de Pós Graduação em Relações Internacionais - San Tiago Dantas. Bolsista FAPESP (20/04348-5).
Colaboradora do Laboratório de Novas Tecnologias de Pesquisa em Relações Internacionais (LANTRI), do Grupo Rede de Pesquisa em Política Externa e Regionalismo (REPRI) e do Grupo de Reflexión sobre Desarrollo y Integración en América Latina y Europa (GRIDALE).
Áreas de Interesse: Política Externa Brasileira, Regionalismo Sul-Americano, Instituições Regionais, Integração em Infraestrutura, IIRSA e COSIPLAN.
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